DEAD DON'T DREAM, THE (1948)

Títulos en español:
- MUERTOS NO SUEÑAN, LOS (México)

Dirigida por:
George Archainbaud
Protagonizada por:
William Boyd
Andy Clyde
Rand Brooks
John Parrish
Leonard Penn
Estudios: Hopalong Cassidy (Prod.) United Artists (Distr.)
País: EE.UU.
Estreno: 10 de Agosto de 1948
Duración: 62'
Series: Hopalong Cassidy (filmografía)
Género: Western

Reseña crítica:  En 1944, tras casi una década y 54 películas de Hopalong Cassidy, William Boyd concluyó su asociación con el productor Harry Sherman. Dos años después, con productora propia, resucitó al personaje para una postrera docena de nuevos films, todos los cuales fueron noir westerns o thrillers de misterio ambientados en las inabarcables praderas del oeste con el horizonte siempre bloqueado por los imponentes gigantes de piedra de Lone Pine. Puestos a selecconar, THE DEAD DON'T DREAM es uno de los más sabrosos por su elevado body count cuyo índice, a pesar que ningún asesinato es mostrado con mucha claridad, le permite competir con cualquier slasher de la década del ochenta.  
  Los entusiastas planes de boda de Lucky deben aplazarse: su prometida (Mary Ware) está angustiada debido a la misteriosa desaparición de su tío. Rápido de reflejos, Hoppy se pone manos a la obra para investigar. Con la celeridad de todo primer acto de whodunit, van desfilando los sospechosos: el dueño de la posada, Potter (John Parrish) cuya silla de ruedas no es paliativo para albergar intereses ocultos; el hercúleo capataz Duke (Dick Alexander) que acecha por los pasillos y trata de escuchar a través de las puertas; y el galante Wesson (Leonard Penn), cuya servicialidad también es sugestiva. Tras aparecer el cadáver del tío, en la galería de una mina de oro, surgen más sospechosos: el socio de Wesson, Lansing (Francis McDonald) y el hermano menor de Potter (Bob Gabriel). Un personaje ingresa a la posada, un viejo buscador de oro amigo de Hoppy (Stanley Andrews), que llega por la noche y desaparece por la mañana. Entra en escena el sheriff (Forbes Murray) quien, al oscurecer, se queda a dormir en la posada. Todos pernoctan en la misma habitación. Todos desaparecen en el transcurso de la noche. No hay rastros de cadáveres ni violencia. A pesar del continuo clima de mortecino agobio, el guionista responsable (Francis Rosenwald) se permite algunos diálogos ingeniosos:  
  Potter – ¡No voy a tolerar que nadie insinúe que este lugar es una trampa mortal!  
  Hoppy – Tranquilo, sr. Potter, nadie quiere decir eso. La única queja que tenemos contra su posada es que no se puede tener un buen descanso nocturno.  
  Hay más muertes, así que Hoppy decide pasar la siguiente noche en la habitación fatal, descubriendo de esta manera el método mecánico que utilizan los villanos para asesinar a los huéspedes. Tal y como otros desenlaces de la serie, habrá una pelea cuerpo a cuerpo entre Hoppy y los asesinos en un ámbito subterráneo (un sótano), fotografiada entre sombras para reforzar la tensión. Resuelto el misterio, los tres andariegos parten de la posada rumbo a una nueva aventura. “Yo le recomendaría que cambie el nombre de su establecimiento, si es que desea mantenerse en el negocio”, le dice el canoso héroe al propietario. Es que “Last Chance Inn” tiene una connotación tan agresiva como el futuro “Bates Motel” o el albergue regenteado por Judith Anderson en INN OF THE DAMNED (1975), título australiano con el que guarda una sorprendente vinculación. [Cinefania.com]
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